«Ni en otras seis vidas arreglo yo este desastre

miércoles, 12 de febrero de 2014

Desorden mental

Esto de que las 24 horas del día, en tu mente, tienes que soportar la presión de mantener la caja de tus pensamientos cerrada. Te mientes a ti mismo, diciendo que todo está bien, porque si tú te lo crees, los demás también lo harán. Pero no, esa caja con todo lo que realmente piensas de ti, y de la vida, o mejor dicho, de lo que ya no es vida, sigue ahí, esperando cualquier descuido para abrirse. Ahora estoy en uno de esos momentos en los he tenido tantos palos hoy, que la caja se ha abierto. No pude remediarlo, y los delirios empiezan a brotar. Dentro de esa caja guardo todas las ilusiones vacías, las palabras rotas, los sueños destrozados; en definitiva, guardo todo lo que hace que no quiera parar de llorar. Y bueno, cuando se abre, no me queda otra que correr a recluirme entre escalofríos, temblores y revueltas de estómago que no puedo controlar mientras lloro y pongo caritas sonrientes en whatsapp para que nadie se preocupe. No puedo parar de pensar en las cositas que se han escapado de la caja, igual una tiene solución, pero cuando se amontonan se hace una bola tan grande que hace que no pueda respirar. Se queda ahí, en la garganta, haciendo tapón, mientras me muero por intentar respirar de nuevo y olvidarme de todo. Pero no puedo olvidarme, porque en resumen lo que hay en esa caja es mi vida, mi vida de verdad, no esa llena de sonrisas que yo quiero creer. Y yo la intento guardar bien, pero pronto no podré soportarlo por más tiempo y la caja se romperá, dejando que todo me inunde y me ahogue, si es que no estoy ahogada ya.