«Ni en otras seis vidas arreglo yo este desastre

lunes, 18 de agosto de 2014

Nunca más.

Nunca más
bailaremos como gilipollas,
nos cogeremos de la mano,
me dirás 'te quiero'
en la temprana madrugada,
susurraremos en la silenciosa noche,
contaremos las horas
que faltan para vernos,
nunca más me sonreirás
como si yo fuese todo lo que necesitabas,
ni contarás cada uno de mis lunares,
nunca más me escribirás
ni me llamarás
ni me abrazarás,
ya no habrá un 'nosotros' que valga,
nunca más,
pequeña, nunca más.

Hablemos de un 'nosotros'

Un litro de cerveza,
o mejor dos.
Un par de cigarros,
o mejor un paquete.
Música por mis cascos,
mejor a toda voz.
Tú,
o mejor,
nosotros.

domingo, 10 de agosto de 2014

¿Otro final o nunca hubo principio?

Otra vez he estado tentada de decirte que me importas y que no es suficiente, que a veces la distancia que crean dos personas es más grande que la que físicamente hay. Y duele más.
"A, lo siento. Siento estar tan preocupada por ti y hacerte pensar que hablandome me haces daño o creas ilusiones, sólo me queda buscar un poco de amor propio y parar de decirte que te valores, porque si no, pensarás que no tengo más vida aparte. Y no es eso, es que siempre te he visto como una chica especial, al margen de lo que sienta, y se me forma una impotencia de verte mal y no poder hacer nada. Pero bueno que estoy cansada de perder la dignidad que me queda, así que no voy a molestar más. (Sí, no sé cuántas veces he dicho que me iba y he vuelto, pero esta es la que cuenta) y eso, que a pesar de esto, si tú me necesitas, cosa que dudo, si que puedes hablarme porque me seguirás importando igual."
Pero no basta con la intención, porque no puedo caer de nuevo.
"No me parece bien... y cada vez que dices de hablarle y demás te digo que no lo hagas que va a ser peor y lo haces así que paso de decirte que hacer o no. Te lo he dicho desde un principio te dije que la bloquearas y pasaras de ella y entiendo que sea difícil pero es lo mejor y me digas lo que me digas voy a seguir pensando que eso es lo mejor al igual que tu vas a seguir pensando que repetirle eso una y mil veces a ella es lo mejor y que arrastrarte como lo estas haciendo va a hacer que algo cambie pero no, no va a hacer que nada cambie solo va a hacer que quedes como una arrastrada y eso va a hacer que le des pena y tía si sigues así va a ser peor para ti, lo vas a pasar muy mal y soy tu amiga y no quiero verte sufrir mas de lo que lo estas haciendo ahora."

Y bueno, tenían razón, así que de nuevo acabo aquí, ahogando mis ganas de quererte, en palabras.

viernes, 8 de agosto de 2014

.

Y me has olvidado, me has sustituido. Y sabía que sería fácil, pero no que te llevaría tan poco tiempo.
Y no me deshago en lágrimas. No sollozo, y ni siquiera hago ruido. Una única lágrima me recorre la mejilla, y una lágrima ya es demasiado.
Una lágrima. Pero que va llena de impotencia, rabia, celos, miedo, ira, dolor, y en el fondo, amor.

Escribiendo(te)

Escribir para sacar el miedo, el dolor. Escribir para curar, para dejarte ir a través de las palabras. Para dejar los recuerdos caer, y decidir cuándo poner el punto. Para pensarte sin sentirme tan culpable. Para sentirte cerca, para que algún día sepas el amor que me comía por dentro. Que me come y me está dejando sin entrañas, sin nada más que tu imagen cada vez más confusa, tu olor que cada vez está más difuso, tu risa cada vez más insonora. Sin nada que no seas tú, que cada vez te alejas más de la persona que solías ser. Y te quiero; así, con un punto y coma, porque se niega a ser un punto y final, pero nunca continuará siendo lo mismo.

lunes, 4 de agosto de 2014

De nuevo.

Sientes como el dolor te abruma, empieza a colapsar tu mente. Empiezas a necesitar algo que deshaga el nudo de tu pecho, que acabe con la ansiedad que no para de crecer ahí dentro, tan cerca de tus pulmones que te cuesta hasta respirar. Y las lágrimas empiezan a salir con impotencia, por haber llegado de nuevo a esa situación sin otra opción que la de siempre, y empieza a darte igual porque sabes que nunca va a cambiar, que siempre será tu única opción. Ansias la sangre, el dolor externo que te haga olvidar el interno. Y cuando quieres darte cuenta, ya no puedes pararlo, ya estás buscando psicóticamente cualquier cosa que clavarte con fuerza. Y hasta que no lo haces, no respiras en esa paz tan profunda por la que morirías.