«Ni en otras seis vidas arreglo yo este desastre

domingo, 22 de diciembre de 2013

Frío.

« Saco el brazo del agua. Es como un tronco. Lo sumerjo de nuevo en la bañera y parece hincharse. La gente ve un tronco y lo llama ramita. Me gritan porque no pueden ver lo que realmente ven. Nadie es capaz de explicarme por qué mis ojos no funcionan como los demás. Nadie puede parar todo esto. »

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Jugamos?

Y cuando quieres darte cuenta, todo se ha convertido en un estúpido juego de vida o muerte. Una delgada línea te separa de la vida, y de lo que te han llevado a desear. Cualquier error, cualquier paso en falso, cualquier insulto ya asumido, cualquier desilusión que afecte a tu frágil mente, te hará morir, y lo más gracioso de todo, es que ya no te importa, pues después de todo, sabes que ya has perdido.

martes, 17 de diciembre de 2013

putas voces

"Acaba con lo que te impida seguir adelante" le decían, y se suicidó.

La princesa se perdió.

Y tú sabías bien cuándo estaba triste, cuándo empezaron a aparecer pulseras en su muñeca, cuándo unos circulos morados poblaron la parte inferior de sus ojos, cuándo empezó a adelgazar mientras nadie lo notaba, cuándo su voz se volvía cada vez más inaudible. Viste cómo se iba perdiendo cada día más hasta que su sonrisa desapareció, y no hiciste nada.


martes, 10 de diciembre de 2013

Adicciones.

Y no son más que el resultado de desilusiones, decepciones, amarguras y tragedias que te corrompen por dentro y te impiden continuar.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Silent outside, dying inside.

Y es ese momento en el que quieres empezar a olvidar, y te das cuenta de que no puedes. Que tienes miedo de todo y de todos, que no quieres dejar que nadie más te lastime, pero sabes que solo los que tienen la opción de lastimarte son los que pueden ayudarte. Y así te entregas a quien no debes. Para llevarte una decepción tras otra, para intentar solucionar algo sin solución. Que todos esos "te voy a ayudar" empiezas a pasártelos por el forro de los cojones, porque no son más que palabras que la gente dice para sentirse realizada consigo misma, y que tras verte sonreír, olvidan. Que las sonrisas pueden no ser verdaderas, que los recuerdos duelen, y que esa seguridad de "sí, yo puedo con todo" que transmites, en realidad no la sientes. Pero te da igual, adquieres esa actitud de pasota respecto a tus problemas, esa actitud de "nada me hace ya daño", para protegerte a ti mismo, para creerte esa gran mentira, porque a la primera de cambio, el primer subnormal que pasa, te derrumba. Y oh, claro que te hace daño. Hasta la más pequeña tontería te duele, porque ha llegado un punto en el que eres como una cicatriz abierta, cualquier cosa hace que vuelvas a sangrar. Y lo mejor de todo, es que se puede sangrar en silencio.

viernes, 4 de octubre de 2013

Just words from a sick mind.

Cuando tu mente delira, y ya te duele hasta la cabeza, y dirías que literalmente tienes un vacío en el pecho, pero miras, y todo sigue en su sitio. Son solo delirios. Delirios de amargura. De dolor. De tristeza y dios sabe qué más. Solo necesitas plasmar esos delirios, transformarlos en palabras, y esto no es más que eso, un intento de entender lo que a mí misma me pasa. Solo son palabras de una mente que no hace más que delirar. Es una conclusión a la que se llega, el que bien escribe, menudo lío debe tener en la cabeza. He escrito cada gilipollez, que voy a gastar el "suprimir". Todo lo que pasa por mi cabeza son filosofías extrañas de temas que no alcanzo a comprender. Pasa el tiempo. Tal vez solo necesite a alguien que me abrace. Pero que me abrace de verdad. No quiero uno de esos abrazos de compromiso, o de esos que te calientan el alma. Quiero un abrazo de esos que te transmiten toda la confianza que necesitas. Esos abrazos que dicen que te comprenden. Entonces te gritas a ti misma con rabia "¿por qué lo has hecho? Sigue buscando ese abrazo, sigue buscando a alguien que te saque de aquí, pero no vuelvas a hacerlo, no te hagas más daño". Y te das cuenta de que no es posible, de que hace tiempo que dejaste de buscar abrazos, para empezar a buscar cuchillas. Y de que si quieres salir de esto, vas a tener que hacerlo sola, ser tu propia heroína. Pero el problema, es que yo no soy tan fuerte.

Mirror, mirror.

"Mirror, mirror
Dont you see?
What you show
Is killing me. "

miércoles, 2 de octubre de 2013

Perdida en ninguna parte.

Así es como la depresión te golpea, te levantas un día con miedo a vivir. Te das cuenta de que hay mucha gente alrededor, pero que realmente estás sola. Que aunque la gente te quiera, puedes sentirte no querida, y que aunque intenten ayudarte, no pueden entenderlo, y tú no puedes explicarlo. Que todo lo que antes parecía seguro, ahora no es más que un borrón nuboso que no entiendes. Que estás confusa, y no hay nadie que pueda hacer algo por evitarlo. Y que intentes lo que intentes, las cosas no mejoran. Y entonces, es cuando te das cuenta de que estás perdida en ninguna parte, sin luces que iluminen por donde ir, y sin nadie que te acompañe. Sola, con miedo a seguir adelante, y con un único atajo a la salida de esa mierda, que es la muerte.

domingo, 29 de septiembre de 2013

conclusiones desesperadas

Hoy he llegado a la conclusión de que dentro de las personas que intentan ayudarte hay dos tipos: las activas, que te llaman en cuanto se enteran de que te pasa algo, que se preocupan, que se percatan de que algo te pasa, te aconsejan, y siempre te escuchan. Y las pasivas, que prometen estar a tu lado, te llenan con sus palabras, pero no hacen nada por ayudarte, aunque su mera existencia te ayuda, y les dedicas tu vida aunque tal vez no la merezcan.
La mierda es que te das cuenta, de que 4 de cada 5 de las personas que "lo darían todo por ayudarte", son pasivas.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Scars.


Time is taking it's sweet time erasing you, and you've got your demons and darling, they all look like me. 





lunes, 9 de septiembre de 2013

Carta de suicidio:


Cry.


No matter what.

Cuando estás tan dolida que no te salen las palabras. Querrías gritarle al mundo todo lo que te pasa, y no eres capaz ni de respirar. Todo en tu cabeza va demasiado lento, olvidas cosas que creías que nunca podrías olvidar, y los únicos recuerdos que conservas son aquellos que preferirías haber olvidado. Cada recuerdo te tortura, cae sobre ti como si pesase cien mil kilos. Y miras alrededor, y solo ves a gente feliz, a gente que en un momento u otro te ha jodido, y ni le importa. Y te das cuenta de que son cosas que solo recuerdas tú, como si te las hubieses inventado. Es esa horrible sensación de que todos a tu alrededor respiran mientras tú te estás ahogando, por su culpa. Y se te van las ganas de gritarle al mundo, porque cada vez estás más hundida, más cerca del final, y nadie se da cuenta. Con poner una sonrisa todos se creen que estás bien, o eso y eres una demasiado buena actriz, o es que nadie se molesta en ver si esa sonrisa es de verdad. Te lo replanteas todo, y llegas a una conclusión: ¿qué más da? Hagas lo que hagas el daño no va a desaparecer, y el vacío de dentro, nunca nadie lo va a llenar, porque están demasiado ocupados en sí mismos. Y suena egoísta, tal vez negativo, pero si te pones a pensar, es la única verdad. En un mundo de falsos, los que van con buenas intenciones pierden.



Wild world.



I'm too tired, dear.


viernes, 6 de septiembre de 2013

Demasiado tarde para arreglarlo.

Delirios. Ilusiones falsas. Mentiras consentidas.
Promesas rotas. Dolor. Tal vez locura. Lágrimas.
Pensamientos suicidas. Desesperación. Más lágrimas.
Ese estúpido nudo en la garganta que casi te ahoga.
Sentimiento de culpabilidad.
Voces en la cabeza repitiéndote lo inútil que eres.
Recuerdos inesperados. Sueños rotos. Miedo. Cansancio.
Todo en tu mente comienza a dar vueltas.
Todo comienza a perder importancia.
Todo gira muy rápido. Tanto que marea.
Más lágrimas aún.
Y cuando crees que vas a estallar,
te das cuenta de que solo te queda un vacío inexplicable que,
sencillamente, sabes que nunca nadie va a poder llenar.
Y duele.
O no, porque cuando quieres darte cuenta,
también ha dejado de doler.
Ya solo puedes poner esa sonrisa,
porque te hace gracia lo penosa que eres, y, total, a nadie le importa nada de ti; es mera cortesía.
Te preguntan qué tal te encuentras, y con tu sonrisa, respondes “muy bien”,
cuando hace horas, días, y tal vez semanas,
que has muerto por dentro.